Enciso 1

El martes 28 de Agosto, ya tarde, recibí una llamada de mi hermano Gastón, cosa rara en él porque lo hacemos eventualmente. En esta ocasión el motivo de la llamada no era para saludar, sino para comunicarme el fallecimiento de su compadre, el profesor Gilberto Enciso, resultado de un cáncer que le duró dos años hasta que causó el sensible deceso de nuestro querido profesor.

Agradecí la llamada y le pedí a mi hermano que le transmitiera mi pésame a Anita y a sus hijos, el Memín y el Cachorro (como les decía su padre), hoy ya hombres adultos y de bien.

A medida que avanza la edad y que empiezan a fallecer los amigos, uno se pone a reflexionar sobre la muerte. Me puse a pensar en el profesor, en las tantas veces que junto con Anita recibió a mi padre en su casa –Jefe, le decía él– para tomar café y leer el periódico. Eran tan frecuentes esas visitas que el Memín le decía Tata. Siempre agradecí ese gesto del profesor y de Ana.