Ido el calor de las campañas, y de regreso los partidos a la ardua tarea de gobernar (porque todos, hasta los perdedores participan en el gobierno), las aguas regresarán a su cauce y las coaliciones hechas al calor de la ambición por el triunfo, podrían diluirse, sobre todo aquellas un tanto contranatura, como la del PAN y el PRD o la de Morena con el PES.
Para tomar las decisiones en las que se necesite mayoría simple, Morena necesitará de 251 diputados y 65 senadores. Aquí no tendría ningún problema. Pero para obtener mayoría calificada (para reformas a la Constitución, por ejemplo) se requieren de 335 diputados y 86 senadores.
En un primer escenario, si la coalición Juntos Haremos Historia se mantiene, efectivamente, junta, entonces los 308 diputados y los 69 senadores serían suficientes para tomar decisiones que requieren de mayoría simple. Para tener mayoría calificada, en cambio, necesitarían 335 diputados y 86 senadores. Dicho de otro modo, le faltarían 27 en la cámara baja y 17 en la cámara alta. Para lograr esa cantidad de legisladores, Morena tendría que hacer pactos con el PRD, Panal y MC, lo que no se ve demasiado difícil.
En el segundo escenario, si la coalición no se mantiene porque el PES se va a atender sus asuntos ultraderechistas, entonces a Morena la faltarían 4 senadores para decisiones de mayoría simple, que los puede sacar fácilmente de Panal y MC. Para mayoría calificada le faltarían 83 diputados y 25 senadores. Aun sumando al PRD, al Panal, al MC y al Verde, le faltarían 17 y 3, respectivamente. En este escenario (que se salga el PES) no hay ninguna posibilidad de evitar la alianza con el PAN porque los faltantes los tendría que sacar de ese partido… o del PRI, dependiendo de las circunstancias.
Digamos pues la Transformación 4.0 no se dará bajo el esquema de “nosotros el pueblo bueno” contra “ellos, la mafia del poder”, sino en la ardua negociación política.
Deja un comentario