Que el “pueblo bueno” (presuntamente, la gente de a pie), celebre el raquítico crecimiento de 0.1% del PIB (muy similar a los que tuvieron Fox, Calderón y Peña) y no diga nada sobre la caída de la inversión en más de 12% en lo que va de este año, es comprensible (para eso son apoyadores y, sobre todo, para eso son acríticos). Pero he oído y leído economistas que hacen maromas para convertir ese negro panorama en un “éxito” de la administración federal. El problema es grave porque las políticas contra la pobreza (que ya ve usted que, dice el Coneval, no cede) terminarán en lo que han terminado siempre, en derroche sin sentido (quizá aliviando unas penas aquí y otras allá) sin crecimiento de la economía.

Héctor Aguilar Camín llamó la atención sobre dos hechos en contradicción (https://bit.ly/31lKQZS): por una lado, muchas reuniones del Presidente con grandes empresarios, muestras de apoyo, declaraciones sobre la confianza en el gobierno, solidaridad con la patria y esperanza en el futuro. Por otro lado, crecimiento raquítico y caída de la inversión privada.

Encuentra el autor de la columna mencionada, que en el noticiero Bloomberg, Daniel Cancel entrevistó a seis grandes empresarios y ellos, precavidos, le pusieron como condición, que sus nombres y empresas se mantuvieran en el anonimato.

Los seis describieron con una palabra al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador: errático. A sí mismos se describieron como paralizados.

Describieron la situación como una tensa espera a ver qué sector sale vapuleado en la mañanera. El mismo noticiero tituló el problema como “el factor miedo de AMLO”. (https://bloom.bg/2YSMWD3 ).

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