El Premio Nobel de Economía de este año 2019 fue otorgado a los esposos Esther Duflo y Abhijit Banerjee, y a Michael Kremer. Los tres han estudiado temas relacionados con el desarrollo y la pobreza, como la educación, la salud y la dotación de agua potable.

Kremes ha investigado la relación de la pobreza con la salud, el abastecimiento de agua y el desarrollo de la agricultura. Propone que el establecimiento y manejo del agua potable es una área rentable para la economía.

Banerjee y Duflo, centrados más en la relación pobreza-educación, y encontraron (tanto en la teoría como en la práctica) que los niños deben ser beneficiados con tratamientos que mejoren su salud y que eviten el ausentismo de las escuelas. Una cosa sorprendente, porque México parece caminar en sentido contrario, es que proponen que los profesores NO FALTEN A CLASES (inevitable pensar la CNTE) y que deben ser evaluados según SUS RESULTADOS (inevitable pensar en la actual contra-reforma educativa de la 4T) con base en contratos de trabajo bien establecidos.

Inevitable también pensar que poco antes de que se inaugurara el nuevo gobierno, el Vícam Switch propuso un proyecto para combatir la pobreza desde la atención a la infancia, a la que se le debería dar educación de calidad y de tiempo completo, salud integral y alimentos en las escuelas. Aquí está para quien quiera leerlo: http://vicamswitch.mx/edicion-impresa/).

Estos tres economistas han puesto de regreso la teoría del desarrollo, sobre la que todavía queda mucho qué decir y, sobre todo, mucho qué hacer.

 

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