1. La cancelación de la Constellation Brands en Mexicali es parte de esa cultura mexicana que hace cosas que parecen buenas, pero que en realidad son solamente simulaciones. En una consulta no sólo patito, sino ilegal, el 2.81% de los electores “decidió” suspender la construcción de la cervecera que había invertido ya 900 millones de dólares de los 1400 que invertiría.
El argumento es la protección del agua y del medio ambiente. ¿Quién se puede negar a la validez de un argumento así? El consumo anual de agua en Mexicali es: 100 millones de metros cúbicos para las personas; 2400 millones para la agricultura y la Constellation consumiría 500 millones al año. La agricultura, muy tecnificada, produce el 3% del PIB, mientras que la industria produce el 20% con las mismas proporciones de empleo. Pero la agricultura es propiedad de ricos muy ricos de la región. Es decir, una acción muy conservadora con apariencia de progresista.
2. Hace muchos años se puso fin a los fallidos intentos de subir la colegiatura anual en la UNAM. La consigna era que la educación superior debería ser gratuita, lo que ha llevado a un tremendo desperdicio de esa potencialidad de la nación. Esa colegiatura, durante décadas fue de 200 pesos al año. Sin embargo, según un estudio de aquellos años, solamente 6% de los alumnos de la UNAM provienen de familias con menos de 6 salarios mínimos. Es decir, pobres no son. Luego, el peso perdió tres ceros y los 200 pesos se convirtieron en ¡20 centavos al año! El trámite para cobra esa aportación tiene un costo 25 veces mayor que la colegiatura. Es decir, la UNAM gasta $4.80 para cobrar $0.20. Es decir, una acción muy conservadora con apariencia de progresista.
3. Hace muchos años, el Congreso de la Unión decidió exentar del IVA a alimentos y medicinas para ayudar a los pobres. Aplausos. En aquellos años, algunos (seguramente conservadores) propusieron que el Estado recaudara el IVA como en todos los bienes y que, de allí, transfiriera el 10% a los trabajadores que ganaban un salario mínimo. Pero no, eso era muy poco lucidor para los heroicos representantes del pueblo mexicano. Sin embargo, se sabe a ciencia cierta que por cada peso que se ahorra una familia del estrato más pobre, se ahorran 21 pesos las familias del nivel de ingresos más alto. Dicho de otra manera, subsidio a los ricos. Otra acción muy conservadora con apariencia de progresista.

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