La carretera internacional en las comunidades yaquis ha sido una fuente permanente de conflictos desde que se terminó el gobierno autoritario del PRI. Ahora, se bloquea con cualquier pretexto (real o inventado). Como siempre en México, las víctimas son la ciudadanía, que nada tiene qué ver en el conflicto.
Como yo lo veo, hay solamente tres posibles soluciones a ese problema:
La primera es hacer valer la ley de vías generales de comunicación, y que vaya a la cárcel quien tenga que ir. Así, se empezaría a restituir el estado de derecho que, ahora, simplemente no existe.
La segunda es construir la carretera y la vía del tren sacándole la vuelta a las comunidades yaquis. La ruta podría ser Obregón- Presa del Oviachic-Ortiz- Cruz de Piedra.
La tercera, que a mí me parece mejor, es comprar a la tribu yaqui la franja de 2000 hectáreas que actualmente ocupa la carretera y las vías del tren (incluyendo Vícam), desde Boca Abierta hasta el río yaqui en Cócorit. Podría ser también una permuta por tierras de cultivo en el límite sur, que está entre Obregón y San Ignacio Río Muerto.
Las autoridades tienen que afrontar el costo político (que para eso quisieron ser gobernantes): hacen respetar la ley, construir una desviación o compran la franja actual. ¿Hay alguna otra solución racional al problema?
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