Hoy, 6 de agosto del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó las comunidades yaquis. Fue, desde nuestro punto de vista, una visita muy productiva. Allí mismo, en la ramada tradicional, se firmó el decreto de constitución de Plan de Justicia del Pueblo Yaqui, del que el mismo presidente será el encargado de presidirlo. A reserva de analizar dicho plan con cuidado, más allá de las generalidades, el discurso del presidente fue indicativo del rescate del trato que Lázaro Cárdenas inauguró con los yaquis y que muy pronto fue abandonado… El presidente mencionó los temas cruciales: territorio, agua y justicia social. Respecto al territorio dijo que se deben rescatar los linderos originales marcados por el decreto cardenista; del agua, hizo mención de la dotación que se establece como proporción de las captaciones de la presa de la Angostura y sobre el desarrollo se mencionaron las generalidades propias de una ocasión así. Mencionó también la posibilidad de que los proyectos como el gasoducto le saquen la vuelta al territorio yaqui.

Habrá que analizar con lupa si en el plan de justicia se contempla la ampliación del canal que pueda conducir los 250 millones de metros cúbicos de agua que les corresponden (y de los cuales sólo les llegan 150 millones de metros cúbicos).

Sobre el territorio habrá que ver si se les devuelven las dos mil hectáreas de la Cuchilla que les expropio Zedilló y sobre lo que los yaquis tienen una demanda en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Y sobre el desarrollo (agua potable, arreglo de pueblos; servicios de todo tipo) habrá que ver si se contempla algún mecanismo para rescatar las tierras hoy rentadas para que las administre un organismo que funcione con una ética que no se conoció nunca en el Banco Rural, que administre la producción, provea créditos (de avío y refaccionarios), que comercialice y que distribuya la liquidación entre todos los yaquis…

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