El hoy finado Fernando Gutiérrez Barrios fue, más que un político, un policía. Dicen que solía abrir un expediente a todo personaje de la política mexicana para blandirlo cuando fuera necesario, sobre todo si el personaje quería irse por la libre y disputarle el poder al jefe. El poder del expediente era enorme porque permitía decirle al revoltoso: “Mira, o te estás quieto o vas a chirona” (era el lenguaje de la época). El enorme y tenebroso poder de don Fernando se extendió desde los años cincuenta hasta los noventa. Dedicado siempre a tareas de inteligencia, de espionaje, tuvo en sus manos a Fidel Castro y al Che Guevara y los dejó libres, por lo que era recibido en Cuba casi como héroe cuando el castrismo se instaló en el poder.
Ahora podemos decir que la característica básica del régimen de largo plazo al que podemos llamar PANPRIMOR, la instituyó aquel policía que todo lo documentaba… El único cambio es que el viejo folder ha dejado su lugar al video y al podcast.
Se empieza a ver que todos graban a todos, que la guerra será encarnizada y que a nosotros los ciudadanos, nos toca (poco) pan y (mucho) circo… Es una lástima, porque la verdad, al menos yo, tenía la esperanza de que todos los corruptos, sean del partido que sean, sin justificaciones, fueran procesados, despojados de lo que se robaron y metidos a la cárcel. ¿Usted también?
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