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Autor: Alejandro Valenzuela Página 3 de 21

Rodrigo y la Providencia

El 2 de julio de 1977, el Chevo Valdez y yo abordamos el tren de segunda, apodado El Burro, rumbo a la Ciudad de México. Llevábamos 500 pesos y la determinación de estudiar en la UNAM. El Edificio Chihuahua de Tlatelolco fue nuestra residencia por un año, pero una mañana, mientras dormíamos, el dueño llegó con equipo de soldadura para sellar la puerta del departamento, nos dio media hora para desalojar y fuimos a dar a los cuartos de la azotea.

Aunque la libertad era absoluta, pasamos por carencias extremas paliadas solamente por los métodos, no todos legales ni legítimos, que ingeniábamos para sobrevivir.

Como era verano, todos mis compañeros se fueron a Vícam y yo me quedé solo, mirando para todos lados, sin un cinco para comer. Estaba pensando en mis limitadas opciones cuando de pronto veo frente a mí, como una aparición, a mi compadre Rodrigo Gómez. Como todavía no era mi compadre, me dijo: ¡Quiúbole, Cabrón!

Lo ha de haber traído la Divina Providencia –pensé sin el más mínimo respeto a mi formación marxista. El hambre es el afloja todo de las ideologías, y más si, al borde de la inanición, llega un personaje solidario y con dinero, cuya presencia era el augurio de una francachela prolongada disfrutando al máximo el lujo inmenso de comer tres veces al día.

¡Arcabuz! –le dije con un hilito de voz. Nos dimos un abrazo pletórico de emoción y nos fuimos a comer…

Taibo y la intolerancia

Hay personas a las que admiras y, de pronto, te decepcionan profundamente. Es el caso de Paco Ignacio Taibo II, que a mí me simpatiza mucho por chistoso, dicharachero, malhablado y por escribir Doña Eustolia Blandió el Cuchillo Cebollero

Que se la metiera doblada a los adversarios, a mí me pareció una ocurrencia simpática (un tanto impropia y extravagante en el ámbito cultural en que lo dijo, pero simpática).

Me preocupé cuando sugirió que se fusilara a los adversarios en el Cerro de las Campanas, como a Maximiliano de Habsburgo. Si la fecha de fusilamiento hubiera sido el 3 de julio del 2018, se le hubiera tenido que formar cuadro a casi 25 millones que votaron el contra. De esos 25 millones, 17 millones terminaron aprobando al nuevo presidente, aunque la mayoría ya regresó a la oposición. De todas maneras, con sumas y restas, estaríamos satisfechos de haber fusilado a 22 millones y arrepentidos de haber pasado por las armas a 3 millones que ahorita fueran convencidos fans de la 4T (muchos amigos míos estarían entre esos 3 millones de inocentes, pero ajusticiados).

El gordito, chaparrito y bigotón tiene lo suyo, pero (para ajustarme al lenguaje de Taibo) su intolerancia es muy culera porque: ¿quiénes se tendrían que ir, los que estén muy en desacuerdo o también todo el que emita alguna crítica? ¿quiénes se podrían quedar, los puros fanáticos o también los amantes del apoyo crítico?

Yo termino en 2024, “si así lo decide la gente”

La entrevista que La Jornada le hizo a Andrés Manuel López Obrador es vergonzosa. Es como aquella que Televisa y TV Azteca le hicieron a Peña Nieto. Lo lamento porque, aunque he visto el deterioro de su línea editorial, sigo leyendo ese medio de comunicación porque allí escriben periodistas extraordinarios.

El primer párrafo de esa entrevista me llevó a recordar una anécdota. En una ocasión, estaba platicando con mi hermano Moisés en Vícam, cuando pasó cierto personaje, y me dice mi hermano: “Oye, ¿por qué será que a ese hijo de su rechingada madre nadie lo quiere?”. Estas equivocado, le dije, conozco por lo menos a diez personas que lo quieren. Siempre hay que matizar.

Dice La Jornada: “En contra del presidente Andrés Manuel López Obrador se han alineado las élites empresariales y políticas, partidos, medios informativos y periodistas, comentaristas, economistas, científicos y artistas, así como organizaciones internacionales… pero él es empecinado y se le ve tranquilo”.

La falsedad es hasta absurda. ¿No son los grandes empresarios aliados y asesores del presidente?; ¿No hay partidos políticos que (aunque comprados) bailan al son que les toquen en Palacio Nacional?; ¿No hay medios, periodistas, comentaristas, economistas,
científicos y artistas que lo apoyen?

Perdido el instinto periodístico, La Jornada no reparó en la verdadera nota. “Yo termino –dice López Obrador–, si así lo decide la gente, en 2024…”

O sea que, si la gente decide que se quede, ¿se queda?

Partidos de invernadero

Los árboles endémicos de la franja desértica y semidesértica de Sonora son el saguaro, la pitahaya, el mezquite, el palo fierro y el palo verde… A esos árboles no se les debe regar, o al menos no se deben regar con frecuencia, porque el exceso de agua debilita sus raíces y cualquier tormenta los derriba. Su fortaleza proviene del esfuerzo por enraizar.

Es lo mismo con los partidos políticos. Aquí en México, son organizaciones de invernadero, regadas profusamente por el dinero público. Simulaban tener militantes. No es extraño, por tanto, que la tormenta política del 2018 haya barrido con ellos y que ahora la nación esté de regreso al autoritarismo.

El presidente, que usa el poder presidencial para destilar odio en contra de sus adversarios (¡qué bueno que la venganza no es lo suyo!), cree que con eso fortalece a su partido, pero no sabe (o si lo sabe, no le importa) que el partido único o dominante siempre degenera en un órgano del gobierno para la administración de apoyos y candidaturas… Eso era el PRI y en eso se convertirá Morena.

Los desprestigiados partidos políticos que tenemos (incluyendo el que está en el poder y a los sinvergüenzas, baquetones, malvivientes y vividores que han rescatado para mayor afrenta a la decencia) carecen de ideología, de programas y de proyecto de nación. Lo único que los mueve es el dinero público.

El ratero y los partidos

En México, los 7 partidos políticos se van a gastar 5239 millones de pesos en 2020. En promedio, 750 millones de pesos por partido (2 millones de pesos diarios). Además, se les paga sueldos y comisiones a 500 diputados federales, más de 2500 diputados locales y a 120 senadores. Como si fueran pocos, se dará el registro a otros tres agrupamientos.

¿Para qué quiere la sociedad mexicana 10 partidos políticos a los que le cuesta trabajo distinguir?

La Constitución garantiza el derecho humano de asociarse, pero de allí a que la sociedad tenga que financiarlos, hay un trecho enorme. La propuesta específica es que la ley establezca que haya nada más tres partidos, los que hayan obtenido más votos en la elección anterior.

En una ocasión, en el transporte público, subió un vendedor y su argumento mercantil era que mejor le compráramos algo para evitar que se dedicara a ratero… Algo así pasa con los partidos. Dicen los politólogos que el Estado los tiene que financiar para alejarlos de la tentación del dinero “sucio” …

Está bien, aceptemos ser rehenes de su chantaje, pero algo se tiene qué hacer para desestimular la tendencia a formar agrupaciones de vividores, negocios familiares, que lo único que buscan es el financiamiento público. Y una medida es la reducción drástica de ese financiamiento.

AMLO: ya no hay torturas, desapariciones, ni masacres

Muchos periodistas se fueron a los anexos estadísticos del informe, donde se encontraron una realidad más dura que en El País de Nunca Jamás del discurso presidencial.

Los datos de la presidencia (para lo que va del año) son: 429 masacres, 404 actos de tortura, 217 asesinatos de menores de edad, 66 feminicidios agravados, 49 intentos de linchamiento y 14 linchamientos efectivos, 42 casos de esclavitud, 23 asesinatos de políticos, 18 actos de terrorismo, 17 asesinatos de defensores de derechos, 5 asesinatos de periodistas, además de 40,863 asesinatos (que anualizados son el 9.5% más que en 2019 y 11.3% más que en 2018) y, con con el incremento de 27 mil, se alcanza la aterradora cifra de casi 75 mil desaparecidos.

Desde luego que la dinámica criminal viene del pasado y se ha convertido en una bola de nieve… Pero lo primero que un gobierno debe garantizar a la población es la seguridad. Si no puede, seguramente será sustituido por otro que se crea capaz de hacerlo… Como éste, que sustituyó a los anteriores porque no podían (y tampoco querían). Sin embargo, se ve (y no lo dudo) que es más fácil decretar un fin que alcanzarlo…

¡Qué circo tan divertido!

“Hay que respetar la legalidad y no hacer lo mismo de antes –dijo el presidente ante los trinquetes de ese chivo en cristalería llamado Gerardo Fernández Noroña para adueñarse de la presidencia de la Cámara de Diputados. Nada de maniobras por cargos (continuó Andrés Manuel), es decir, hacer cosas que a todas luces son indebidas, se tiene que respetar; actuar con rectitud, no estar maniobrando de última hora por los cargos”.

Hay un párrafo de Gil Gamés (Milenio, 1 de septiembre, 2020) que es una joya. Dice que él “vería muy bien a Fernández Noroña como jefe de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Un hombre fino, culto, de buenas maneras siempre hace falta allá arriba. Él arreglaría las cosas con rapidez: «le pido al compañero diputado del PAN, miserable rata inmunda, que termine su asquerosa exposición o bajo y yo personalmente le rompo la madre»”.

Qué circo tan divertido sería la política si la economía no enfrentara una crisis peor que la de 1932; si la inseguridad no nos tuviera en medio de este baño de sangre; si la pandemia no se hubiera llevado más de 60 mil mexicanos y amenazara con otros 100 mil muertos, y si a la pobreza no se hubieran añadido 10 millones de mexicanos.

“Dime con quién andas, y te diré quién eres”


Sobre la crítica de Víctor Toledo a la 4T (declaró que no tenía proyecto y que se la habían apropiado personajes con muchos intereses contra el medio ambiente y las energías limpias), dije aquí que “la 4T habrá tomado la ruta de la izquierda y del cambio verdadero, si los que renuncian son Romo, Nahle y Villalobos. Si el que tiene que renunciar es Toledo, se habrá tomado el turbio camino de los intereses económicos amparados por el poder”. Pues renunció Toledo.

Ganaron, pues, el pasado y el ataque al medio ambiente. Ganaron los promotores del combustóleo, el carbón y el petróleo. Perdieron las energías limpias y la protección al medio ambiente (incluyendo la flora y la fauna). La 4T ha preferido privilegiar al pasado y para lograr esa “transformación”, el gobierno se ha aliado con la sarta de impresentables de siempre.

Voté por Andrés Manuel porque tenga la esperanza puesta en una verdadera transformación de México, pero la mera verdad, a mí me parece imposible estar del mismo lado que Bartlett (el orquestador del mayor fraude electoral de México en contra de la corriente hoy en el poder), Manuel Velazco (y todos los vividores del quesque partido verde), de Romo (el protector de las mineras contaminantes), de Nahle, de Villalobos (el empleado de Monsanto), Guadiana (el rey del carbón) y de toda la sarta de baquetones, sinvergüenzas y malvivientes que gravitan en torno a la cuarta transformación.

Grábame, que yo te grabaré

El hoy finado Fernando Gutiérrez Barrios fue, más que un político, un policía. Dicen que solía abrir un expediente a todo personaje de la política mexicana para blandirlo cuando fuera necesario, sobre todo si el personaje quería irse por la libre y disputarle el poder al jefe. El poder del expediente era enorme porque permitía decirle al revoltoso: “Mira, o te estás quieto o vas a chirona” (era el lenguaje de la época). El enorme y tenebroso poder de don Fernando se extendió desde los años cincuenta hasta los noventa. Dedicado siempre a tareas de inteligencia, de espionaje, tuvo en sus manos a Fidel Castro y al Che Guevara y los dejó libres, por lo que era recibido en Cuba casi como héroe cuando el castrismo se instaló en el poder.

Ahora podemos decir que la característica básica del régimen de largo plazo al que podemos llamar PANPRIMOR, la instituyó aquel policía que todo lo documentaba… El único cambio es que el viejo folder ha dejado su lugar al video y al podcast.

Se empieza a ver que todos graban a todos, que la guerra será encarnizada y que a nosotros los ciudadanos, nos toca (poco) pan y (mucho) circo… Es una lástima, porque la verdad, al menos yo, tenía la esperanza de que todos los corruptos, sean del partido que sean, sin justificaciones, fueran procesados, despojados de lo que se robaron y metidos a la cárcel. ¿Usted también?

Denis Guedj – El Teorema del Loro

La tormenta

La Gatúbela le dijo a Batman (2012): “Se avecina una tormenta, señor Wayne, porque es inmoral la opulencia en que viven tan pocos junto a la miseria en que viven tantos”.

Aun no entiendo por qué las élites (los ricos, ocupados en amasar fortunas fabulosas a la sombra del poder, y los partidos políticos, dedicados alegremente a saquear a la nación) no la vieron venir. No llegó un huracán, como muchos esperábamos, pero llegó una tormenta.

No ignoro las fallas de Andrés Manuel López Obrador: ataca sin cesar a sus adversarios; le disgustan los derechos humanos; le irrita la libertad de expresión; se avienta unos dislates que dan pena; en su órbita mental no están ni los pueblos indios ni la infancia; sus políticas públicas tienen fallas estructurales; la transformación está lejos todavía de los ámbitos cotidianos de las mayorías; aprovecha el poder para promover sus intereses y los de su partido y se ha rodeado de gente impresentable.

Pero es cierto también que admiro en el presidente su lucha para hacer que anide en la cultura mexicana el rechazo a la corrupción, que tanto nos erosiona como sociedad, y que su tenacidad hará que haya un antes y un después en materia de ese enriquecimiento que inexplicablemente llamaban inexplicable.

Debido a la opulencia de pocos y la miseria de muchos, el presidente representa las esperanzas de los excluidos de siempre y que la mitad de la población lo ve como el instrumento de su revancha contra las élites. ¡Pues bien por eso!

ENCUENTRE LAS DIFERENCIAS

En el 2004, con el PAN en el poder, en El Mañanero (de Brozo) se difundieron unos videos donde estaban René Bejarano y otros connotados perredistas, como Carlos Imaz, entonces esposo de a Claudia Sheinbaum, hombres todos ellos muy cercanos a Andrés Manuel López Obrador, recibiendo fajos de billetes que guardaron en unos portafolios. El objetivo del panismo era impedir que Andrés Manuel llegara a la presidencia.

En 2020, con Morena en el poder, en La Mañanera (de AMLO) se difundieron unos videos donde estaban unos connotados panistas (subalternos de otros panistas todavía más connotados, como Francisco Domínguez y Ricardo Anaya, aunque también salieron a relucir priistas de alto nivel, como Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas, además de Videgaray y Meade), recibiendo fajos de billetes que guardaban en unas maletas. El objetivo del lopezobradorismo podría ser impedir que el panismo y el priismo agarren fuerza y quieran recuperar el poder.

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